¿Te cuesta expresar tus ideas sin generar conflictos?

Si al leer este artículo te das cuenta de que te cuesta comunicarte de manera clara y respetuosa, o que a menudo sientes que tus palabras no son bien recibidas, es el momento de mejorar tu comunicación asertiva.

🧠 ¿Qué es la asertividad en personas en conflicto?

La asertividad es la capacidad de expresar lo que sentimos, pensamos o necesitamos de forma clara, honesta y respetuosa, incluso en situaciones de tensión o desacuerdo. En contextos de conflicto, ser asertivo significa no ceder por miedo ni atacar por frustración, sino mantener el equilibrio entre el respeto propio y el respeto hacia el otro.

💬 Ejemplos prácticos de asertividad en conflictos interpersonales

🔹 Conflicto entre pareja

Situación: Uno de los dos siente que no se le escucha.

  • “Yo siento que cuando hablo de lo que me preocupa, no recibo tu atención. Me gustaría que pudiéramos conversar sin interrupciones.”

🔹 Conflicto entre amigos

Situación: Un amigo cancela planes constantemente.

  • “Yo valoro mucho nuestra amistad, pero me siento frustrado cuando cancelas a último momento. Me gustaría que me lo digas con más anticipación si no puedes venir.”

🔹 Conflicto entre compañeros de trabajo

Situación: Un colega no respeta los tiempos de entrega.

  • “Yo necesito que cumplamos los plazos acordados, porque si no, mi parte del trabajo se ve afectada. ¿Podemos revisar juntos cómo organizarnos mejor?”

🔹 Conflicto familiar

Situación: Un familiar opina constantemente sobre decisiones personales.

  • “Yo sé que lo haces con buena intención, pero me incomoda cuando opinas sobre mi vida sin que lo haya pedido. Prefiero tomar mis decisiones por mí mismo.”

🔹 Conflicto con jefe o superior

Situación: El jefe delega tareas fuera del horario laboral.

  • “Yo estoy comprometido con mi trabajo, pero también necesito respetar mi tiempo personal. Me gustaría que podamos revisar juntos cómo distribuir las tareas dentro del horario.”

🧭 Claves para aplicar la asertividad en conflictos

  • Habla desde el “yo”: Evita acusaciones. En vez de “Tú nunca me escuchas”, di “Yo me siento ignorado cuando no me respondes”.
  • Sé claro y directo: No des rodeos. Expresa lo que necesitas sin ambigüedades.
  • Cuida el tono y el lenguaje corporal: Mantén una postura abierta, voz calmada y contacto visual.
  • Escucha activamente: La asertividad también implica estar dispuesto a entender al otro.
  • Propón soluciones: No te quedes solo en la queja. Ofrece alternativas.