Lectura para niños: Cambios en el Régimen de Visitas en Chile: ¡Pensando en tú bienestar!

¿Por qué es importante hablar de las visitas?

¿Alguna vez te has preguntado por qué, cuando papá y mamá no viven juntos, existen días y horarios para ver a uno de ellos? Hoy vamos a hablar de los cambios que ha tenido la forma en que los niños ven a sus padres en Chile. Entenderlo es muy importante, porque todo lo que se ha cambiado es para que los niños estén más felices y se sientan queridos.

¿Qué ha cambiado en las familias y la ley?

Antes, la mayoría de las familias vivían juntas de una sola manera. Pero ahora, las familias pueden ser muy diferentes: hay papás y mamás separados, familias con dos mamás o dos papás, familias donde los abuelos cuidan a los niños, y muchas formas más. Por eso, la ley también tuvo que cambiar, para ayudar a todas las familias a convivir mejor y pensar primero en los niños.

Antes: El régimen de visitas tradicional

Imagina que antes existía un calendario muy rígido: por ejemplo, todos los sábados y domingos a la misma hora, y casi nunca se podía cambiar. Si tu papá o mamá quería ir a verte un día especial, a veces no podía porque la ley no lo permitía. Por ejemplo, si era tu cumpleaños y ese día no tocaba visita, quizás no podías compartirlo con esa persona. Eso hacía que algunos niños se sintieran tristes o como si las visitas fueran una obligación.

¿Por qué se cambió la idea de las visitas?

La sociedad y las leyes cambiaron porque entendieron que los niños no son robots ni agendas. Cada uno tiene sus gustos, actividades y necesidades. Por eso, era necesario buscar una manera más flexible y justa, donde los niños pudieran ver a sus papás o mamás cuando realmente lo necesitan, y no solo cuando lo dice un papel. Además, se escuchó mucho más la voz de los niños, algo que antes no ocurría.

¿Qué es la relación directa y regular?

Ahora se habla de “relación directa y regular”, que quiere decir que los niños tienen derecho a ver, conversar y compartir con el papá, la mamá o quien los cuide, de forma frecuente y cercana. Por ejemplo:

  • Puedes ver a tu mamá los miércoles después del colegio y a tu papá los fines de semana, si eso es lo mejor para ti.
  • Puedes llamarlos por teléfono cuando los extrañas, o hacer videollamadas si viven lejos.
  • Puedes celebrar fechas importantes con ambos, como cumpleaños o el Día del Niño.

La idea es que los niños tengan contacto real con sus familias, no solo cumplir con un horario.

¿Cómo deciden los padres y la ley?

Lo ideal es que papá y mamá se pongan de acuerdo pensando en lo que te hace feliz. Para eso, pueden conversar y decidir juntos un calendario que funcione. Si no logran ponerse de acuerdo, existen personas llamados “mediadores” ellos les ayudan a conversar y buscar soluciones. Y si aún así no hay acuerdo, un juez escucha a todos (¡incluso a ti!), y decide lo mejor para el niño o niña. La ley siempre busca que tú estés protegido y puedas mantener la relación con tus seres queridos.

Problemas y desafíos: ¿Qué pasa si hay dificultades?

A veces, pueden surgir problemas: por ejemplo, uno de los padres vive muy lejos, o los horarios no coinciden con tus actividades. O quizás, hay discusiones entre los adultos que te hacen sentir incómodo. En estos casos, se busca conversar, pedir ayuda a profesionales y siempre pensar en lo que es mejor para ti. Hay soluciones como cambiar los horarios, hacer visitas virtuales o buscar días especiales para encontrarse.

¿Por qué es bueno este cambio?

El cambio es positivo porque ahora se pone en primer lugar cómo te sientes tú.

  • Ya no importa solo el horario, sino tu bienestar.
  • Puedes compartir momentos importantes con tus familiares.
  • Te ayuda a sentirte amado y acompañado, aunque tus papás no vivan juntos.