¿Qué es una medida de protección?

Concepto

Una medida de protección es una decisión -no es juicio- que toma un juez para ayudar a un niño, niña o adolescente cuando está viviendo algo grave o peligroso. Por ejemplo, si alguien lo maltrata, lo abandona, lo obliga a trabajar, o no lo cuida como debe.

¿Cuándo se necesita?

Se pide cuando algo muy malo está pasando, por ejemplo:

  • Si alguien le pega o lo grita mucho.
  • Si lo dejan solo sin comida ni abrigo.
  • Si lo obligan a trabajar en vez de ir al colegio.
  • Si vive en una casa donde hay peleas o gritos todo el tiempo.
  • Si el papá o mamá con quien vive lo abandona.

Ejemplos 

  1. Martina tiene 7 años. Su papá le grita todos los días y le pega con el cinturón. Su profesora lo contó al tribunal, y el juez decidió que Martina debía vivir con su abuela mientras su papá recibe ayuda.
  2. Tomás tiene 12 años. Sus papás se fueron y lo dejaron solo por varios días. Un vecino llamó a los carabineros. El juez mandó a Tomás a vivir con una familia que lo cuida mientras se busca una solución.

¿Quién puede pedir ayuda?

  • El niño o niña.
  • Un familiar.
  • Un profesor, doctor o vecino.
  • Cualquier persona que vea que el niño está en peligro.

¿Dónde se pide?

Pídame ayuda a mí. Yo le digo que tiene que hacer.

Casos donde NO es necesario pedir una medida de protección

A veces los niños viven momentos difíciles, pero no siempre significa que están en peligro grave. En estos casos, se puede buscar ayuda sin tener que ir al tribunal:

  1. Problemas escolares

Ejemplo: Si un niño tiene malas notas o se pelea con compañeros, no se necesita una medida de protección. Se puede hablar con los profesores, el orientador o pedir apoyo psicológico en el colegio.

  1. Discusiones familiares normales

Ejemplo: Si los papás discuten de vez en cuando o se enojan, pero no hay gritos ni golpes, no hace falta ir al tribunal. Se puede buscar ayuda en una oficina de protección de la infancia o en una terapia familiar.

  1. Dificultades económicas

Ejemplo: Si la familia tiene poco dinero pero los niños están bien cuidados, con comida, abrigo y cariño, no se necesita una medida de protección. Se puede pedir ayuda en servicios sociales o municipalidades.

  1. Cambios en la rutina

Ejemplo: Si el niño cambia de casa, colegio o cuidador, pero todo está bien organizado y seguro, no es necesario pedir protección. A veces los cambios asustan, pero no significan peligro.

  1. Tristeza o ansiedad leve

Ejemplo: Si el niño está triste porque extraña a alguien o tiene miedo de algo, pero no hay maltrato ni abandono, se puede buscar apoyo emocional sin medidas judiciales.

¿Qué hacer en estos casos?

  • Hablar con adultos de confianza: papás, profesores, tíos, vecinos.
  • Ir a centros de atención familiar o psicológica.
  • Buscar ayuda en el colegio, consultorio o municipalidad.