
Análisis de situaciones reales y posibles conflictos de interés.
La dinámica entre el administrador, el comité de administración, los copropietarios y el mayordomo en un edificio suele ser compleja y puede verse afectada por intereses personales, lealtades y la falta de claridad en la toma de decisiones. A continuación, se presentan casos prácticos que ilustran posibles tensiones y escenarios que pueden surgir en este contexto.
Caso 1: El mayordomo prioriza instrucciones del administrador sobre requerimientos de copropietarios
Un copropietario solicita al mayordomo apoyo inmediato para resolver un problema menor en su unidad (por ejemplo, una fuga de agua). Sin embargo, el mayordomo informa que está realizando tareas asignadas directamente por el administrador y no puede atender la solicitud en ese momento. El copropietario percibe que su necesidad es ignorada y que el mayordomo actúa únicamente bajo las órdenes del administrador, restando importancia a la función colectiva de servicio a la comunidad.
Reflexión: Esta situación genera descontento entre los copropietarios, quienes sienten que el servicio se subordina a intereses particulares o jerárquicos, y no al bienestar común.
Caso 2: El administrador emplea al mayordomo en otros edificios
El administrador gestiona varios inmuebles y, por cuestión de confianza, contrata al mismo mayordomo en distintos edificios. Esto provoca que, al surgir una urgencia en otro inmueble, el administrador instruya al mayordomo a abandonar temporalmente sus funciones en el edificio de origen. Los copropietarios perciben abandono y falta de compromiso, pues el mayordomo responde primero a la agenda del administrador antes que a la comunidad para la que trabaja en ese momento.
Reflexión: Se evidencia un conflicto de lealtades, donde los intereses del administrador y del mayordomo se anteponen a las necesidades cotidianas de la comunidad.
Caso 3: Decisiones unilaterales y falta de autonomía del mayordomo
Durante una situación de emergencia (como un corte de energía), el mayordomo identifica una solución provisional, pero decide no actuar hasta recibir autorización directa del administrador, incluso si esto demora la respuesta y afecta a los copropietarios. El temor a exceder sus funciones o contravenir instrucciones previas condiciona el actuar del mayordomo.
Reflexión: La falta de autonomía y la rigidez jerárquica pueden retrasar acciones necesarias y generar frustración en la comunidad.
Caso 4: Comité de administración detecta favoritismos
El comité de administración observa que el mayordomo dedica más tiempo y esmero en tareas relacionadas con intereses personales del administrador (como dar mantenimiento especial a la oficina del administrador o atender demandas de copropietarios afines a la administración). Esto genera sospechas de favoritismo y falta de imparcialidad en la prestación de servicios a la comunidad.
Reflexión: La percepción de inequidad mina la confianza en la administración y en el funcionamiento colectivo del edificio.
Conclusión y recomendaciones
Estos casos muestran cómo la dependencia jerárquica del mayordomo respecto al administrador puede poner en jaque el equilibrio entre los intereses de la administración y los de la comunidad. Para evitar tensiones y conflictos, se recomienda:
- Definir claramente las funciones y líneas de reporte del mayordomo.
- Establecer mecanismos de supervisión y evaluación por parte del comité y los copropietarios.
- Promover la transparencia y la equidad en la asignación de tareas y la atención a los copropietarios.
- Fomentar canales de comunicación directa entre el mayordomo y la comunidad, sin intermediaciones excluyentes.
La gestión colaborativa y el respeto a los intereses comunes son fundamentales para garantizar la armonía y la eficiencia en la vida en condominio.
- por Miguel Letelier
- en Septiembre 19, 2025